El día a día
¡Hola amigxs!
Ahora quiero realizados algunas preguntas más:
Hoy quiero hablaros de un vídeo que encontré por YouTube llamado "Estos son los asfixiantes tres minutos que siente cualquier mujer al llegar sola a su casa" y puede que alguien de vosotrxs ya lo haya podido ver o vivir en su propio cuerpo.
Pero antes de ver el vídeo quiero comentaros, salir a la calle es un acto cotidiano y muy mecánico. Pero si nos paramos a pensar podemos encontrar situaciones a las que estamos acostumbradxs pero nos hacen sentir mal o incomodxs.
Pensemos en un día normal a qué sitio vamos, cómo y por dónde vamos, qué nos encontramos, cómo nos sentimos...Pero también pensemos en cómo nos preparamos para salir de casa.
Por ejemplo, cuando te vistes por la mañana o cuando vas a salir, ¿piensas que la ropa que te pones puede cambiar la forma en la que vas por la calle o las cosas que te pueden pasar en el día a día?
¿Te suenan algunas de estas situaciones?
- Cambiar de acera por miedo, porque alguien nos hace un comentario o porque sentimos que puede pasar algo que no nos apetece.
- Que alguien nos siga por la calle.
- Que invadan nuestro espacio.
- Sentirnos mal por algo que nos dicen o nos gritan o porque alguien nos silba.
- Que lleguen a tocarnos cuando estamos en un autobús o tomando algo en un bar.
Y cuando sales de noche o cuando vuelves a casa y ya ha oscurecido, ¿cómo vuelves?, ¿sientes miedo?. ¿llamas al telefonillo de tu casa para que sepan que han llegado aunque lleves llaves?, ¿llamas a tu madre o a alguna amiga durante el trayecto para sentirte más segura?
Aunque parezca que es una exageración o algo parecido las mujeres estamos acostumbradas a que este tipo de comportamientos nos sucedan en la calle o en el transporte público a diario e incluso varias veces. También en la cola del supermercado o por ejemplo en un bar, miradas, insinuaciones, tocamientos, acercamientos, agresiones verbales...
Ahora quiero realizados algunas preguntas más:
¿Te has cambiado de acera para evitar a un
hombre o a un grupo de hombres o para evitar
que te dijeran cosas?, ¿has cambiado tu ruta o
has dejado de pasar por algún sitio para sentirte más segura y ahorrarte miradas o comentarios?, ¿has sentido que algún hombre te seguía
por la calle o, incluso, te ha rozado o tocado?,
¿te has encontrado a algún hombre masturbándose o enseñando sus genitales?, ¿te has
sentido mal por haberte puesto esa minifalda?
A veces, cuesta responder estas preguntas en
voz alta o delante de otra persona porque revivimos situaciones que nos han hecho sentir mal,
incómodas, avergonzadas. Pero es difícil encontrar una mujer que no haya pasado por
alguna de estas circunstancias.
Pero en la medida en la que compartimos estas experiencias
nos damos cuenta de varias cosas. Por ejemplo, que no estamos solas: no es algo que nos
pasó solo a nosotras, es algo que le pasa a
todas las mujeres y reaccionar ante una situación así es muy difícil.
Ahora quiero mostraros el vídeo en el que estoy segura lo identificaremos con alguna de nuestras vivencias.
Pero debemos saber que muchos de estos comportamientos son faltas o delitos que podemos denunciar. Si alguien te agrede o te toca, si alguien se exhibe delante de ti, puedes llamar a la policía o acudir a una comisaría. También es bueno que una persona de confianza te ayude o te apoye. Existen asociaciones de mujeres en cada ciudad que dan apoyo psicológico y jurídico y a las que podéis acudir en busca de ayuda y orientación. Si te sientes mal por algo que te ha sucedido, pide ayuda.
Aunque estemos acostumbradas a vivir con estas situaciones y agresiones no tenemos porque renunciar a una sociedad libre y justa en la que todos sus miembros, independientemente de su sexo, puedan ocupar el espacio público sin miedo a sufrir estos comportamientos.
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